La práctica del Karate Do entre las mujeres no es un fenómeno moderno. La defensa personal para mujeres, de alguna forma da la impresión de dureza y masculinidad, y ello, desafortunadamente tiende a crear malentendidos entre el público en general, que piensa que la practica del karate puede llevar a la mujer a la pérdida de su gracia natural, lo cual no es en absoluto cierto. Mente sana en cuerpo sano es un dicho aplicable no solo a los hombres , sino también a las mujeres.
El karate Do es un ejercicio excelente para el cuerpo, se mejora la postura, se fortalecen los miembros inferiores, superiores y el abdomen. Nada de brazos poco firmes. Los ejercicios de pateo, mueven los grupos más grande de músculos del cuerpo, y en estos además de aprender a dar excelentes patadas, se fortalecerán las piernas , se elevaran los glúteos y se quemará muchas calorías y grasa abdominal. El resultado, un cuerpo fuerte, sano, tonificado y esbelto.
La defensa personal no solo radica en saber hacer derribes, triturar huesos y agarres de solapas, la defensa personal va más allá de lo físico. Una mujer entrenada, que práctica un arte marcial, proyecta seguridad física, mental y emocional ante cualquier agresor y tiene menos probabilidades de ser agredida. Además de que si se practica de manera constante, los reflejos e “instintos” se mejoran y la mujer estará más alerta ante cualquier situación. Ante una eventualidad inminente, sabrá reaccionar con contundencia y eficacia.
Fuentes:
Alan James y Richard Jones. El mundo social del karate-do. 1982 Leisure Studies, 1: 3, 337-354, DOI: 10.1080 / 02614368200390271
Karate-Do: My way of life. Gichin Funakoshi. 1981. Kodansha America LLC
Brianne Lawton y col.Deporte en sociedad Volumen 22, 2019 - Número 11